11.10.08

La lluvia


La lluvia continuaba. Era una lluvia dura, una lluvia constante, una lluvia minusiosa y opresiva. Era un chisporroteo, una catarata, un latigazo en los ojos, una resaca en los tobillos. Era una lluvia que ahogaba todas las lluvias, y hasta el recuerdo de las otras lluvias. Caía a golpes, en toneladas; entraba como hachazos en la selva y seccionaba los árboles y cortaba las hierbas, y horadaba los suelos y deshacía las zarzas. Encogía las manos de los hombres hasta convertirlas en arrugadas manos de mono. Era una lluvia sólida y vidriósa, y no dejaba de caer.

(Ray Bradbury, El hombre ilustrado)

3 comentarios:

francisco pavanetto dijo...

sera ese el mejor libro de bradbury? yo pienso que si.

kiki dijo...

che ró cio!
cómo interpretar el mensaje que recibí a las 4 am? hay gente que trabaja nenaaaa!
te quiero, y te quiero de vuelta en esta ciudad. y no en aquella, que mejor ni hablar.-

kiki dijo...

pd: no me afranché!